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Con la inclusión de España en la Unión Europea, las oferta de exámenes para acceder al estatuto de funcionario se ha visto considerablemente ampliada, si bien las características de los pruebas a realizar y la adquisición definitiva de esa condición presentan ciertas peculiaridades que conviene examinar antes de decidirse por esta opción.
Por un lado, el entorno en el que se va a trabajar una vez conseguida la plaza será completamente multinacional. Con toda probabilidad, será necesario trasladarse de una manera permanente a algún país distinto de España, que puede, lógicamente, ser Bruselas para el caso de instituciones como el Parlamento Europeo, pero también cualquier otro país de la UE, en alguno de los muchos organismos o delegaciones presentes en los países que lo integran.
El primer paso para tomar una decisión será informarse de las oposiciones disponibles, los requisitos necesarios para realizarlas y las condiciones de las que luego se disfruta una vez consolidada la posición funcionarial. Para ello, nada mejor que consultar la página de la Oficina de Selección de Personal de la Unión Europea o EPSO (European Personnel Selection Office) En ella encontraremos las oposiciones en curso, las publicadas y las que se convocarán próximamente, así como, abundante información sobre todo lo que necesitamos saber. Otra fuente de información al respecto es el Diario Oficial de las Comunidades Europeas, disponible en papel (con la posibilidad de realizar una suscripción a través de alguno de los agentes localizables en la página de la oficina de publicaciones) y en la red (en Eurolex, el portal legislativo de la Unión). La versión en papel incluye los formularios necesarios para presentar la candidatura. Estos formularios pueden cumplimentarse on-line en la web de EPSO, aunque para algunos concursos se exige que se presente en el primer formato, por lo que es muy importante leer detenidamente la convocatoria de oposición.
Los requisitos genéricos para ser candidato a una oposición son: ser nacional de alguno de los estados miembros de la Unión Europea, no estar inhabilitado para el desempeño de un cargo público, tener el servicio militar cumplido (no aplicable en el caso de España) y ofrecer las garantías morales necesarias, lo que se lleva a cabo con la firma de un documento adjunto a la solicitud para participar en la convocatoria. Además, será necesario un sólido conocimiento de una segunda lengua comunitaria, ya que los exámenes van a incluir un test específico de conocimientos de un idioma de la UE distinto del materno, que en algunos casos podrá venir especificado en la propia convocatoria.
El resto de los requerimientos varía según la modalidad de oposición elegida. A continuación exponemos un breve esquema de las opciones posibles:
Categoría A: para licenciados universitarios con experiencia de al menos dos años (grados A7/A6) o sin experiencia profesional previa (grado A8). Generalmente, se requiere que la experiencia adquirida se relacione con el puesto al que se desea optar.
Categoría B: requiere diplomatura universitaria o formación secundaria superior y dos años de experiencia en el campo relacionado con la plaza ofertada.
Categoría C: graduado escolar y dos años de experiencia profesional o formación especializada.
Categoría D: estudios primarios y/o de formación profesional o equivalente.
Cada una de estas categorías tiene un rango salarial básico que a su vez se subdivide entre los distintos grados que la componen. Los funcionarios ascienden un escalafón dentro de su respectiva categoría de forma automática cada dos años. Aquellos que reúnan las condiciones necesarias pueden además pasar a una categoría superior superando la oposición correspondiente. Los salarios pueden variar en función del coste de la vida del área geográfica en la que se vayan a ejercer las funciones. Las remuneraciones son elevadas y pueden consultarse en las normas de personal para funcionarios de las Comunidades Europeas. Para dar una idea podemos, no obstante, resumirlo de la siguiente forma:
Categoría A: oscila desde los 4.258,95 euros mensuales del grado A8 (el más bajo) hasta los 12.717,09 euros del A1 (el más alto).
Categoría B: entre los 3.143,25 €/mes del grado B5 y los 5.594,32 €/mes para el grado B1.
Categoría C: desde 2.424,48 € / mes del grado C5 hasta los 3.586,63 €/mes del grado C1
Categoría D: de los 2.192,47 € / mes para el grado D4 hasta los 2.740,03 € / mes para el D1
Además del sueldo base, el funcionario percibe una indemnización por expatriación, en aquellos casos en los que deba mudarse al extranjero para ejercer su labor, consistente en el 16% de su sueldo, o bien una indemnización por residencia fuera de su país, que asciende al 4%. A ello se suma una asignación familiar equivalente al 5% del salario base, una asignación por cada hijo que se tenga a cargo y otra por gastos de escolaridad. En determinadas condiciones, se pueden reembolsar los gastos de entrada en funciones y mudanza. Por otro lado, en las sedes principales de las instituciones de la Unión existen también escuelas europeas de nivel preescolar, primario y secundario cuyos títulos están reconocidos en toda la Unión, así como guarderías para los niños que no hayan alcanzado la edad de ser escolarizados. Para finalizar y en lo que a fiscalidad se refiere, el funcionario europeo está sujeto al pago de un impuesto comunitario, pero en contrapartida, queda exento de los impuestos nacionales. Aquellos que cumplan los diez años de servicio o alcancen la edad de 60 años, generan además derecho a cobrar una pensión de jubilación.
En cuanto a las condiciones de trabajo, la normativa de la unión en este sentido estipula que las horas laborables no deberán exceder la cantidad de 42 por semana, quedando bajo la decisión del organismo de que se trate el modo de distribución de las mismas. En cualquiera caso, también se especifica que los funcionarios deberán estar al servicio de su institución siempre que se les requiera a ello, si bien esto sólo sucederá en coyunturas de urgencia o de exceso de trabajo. Los días de vacaciones oscilan entre los 24 y 30 días laborables.
Hasta aquí la parte buena. Pero conseguir una de estas atractivas plazas no es una tarea nada fácil. Para empezar, habrá que superar una serie de pruebas cuya estructura, grosso modo, es la siguiente:
I) Pruebas escritas: Suelen desarrollarse en el país de origen del candidato y constan de varias pruebas tipo test además de un comentario de texto. Las pruebas tipo test se organizan en tres bloques. Uno sobre conocimientos generales de la Unión Europea, su historia, su estructura, sus instituciones, etc; otro sobre una segunda lengua comunitaria y el tercero sobre la materia específica de la oposición. En cuanto al comentario, suele versar sobre alguno de los textos publicados en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas (decisiones de la Comisión, el Parlamento, etc.)
II) Pruebas orales: Sólo para los candidatos que hayan superado las pruebas escritas, que son eliminatorias. La prueba oral consiste en una entrevista personal para la que por lo general hay que desplazarse a las instituciones de Bruselas.
La estructura del examen, no obstante, puede variar en función de la institución que convoque la oposición. En la mayoría de los casos, además, se establece un baremo de forma que sólo los mejores pasan a las siguientes pruebas, independientemente del resultado alcanzado. Es decir, puede establecerse, por poner un ejemplo, que sólo a las 400 mejores notas del primer bloque de pruebas escritas se les permita acceder a las siguientes, y así sucesivamente.
Por si esto fuera poco, una vez finalizado el proceso y aunque se logre culminarlo de manera satisfactoria, la superación de todas estas pruebas no garantiza en modo alguno la obtención de una plaza. Lo que sucede es que los aprobados pasan a integrar la llamada “lista de reserva”, una relación que la institución consulta cuando surge la necesidad de cubrir una vacante, algo que no siempre ocurre. Si se da el caso, los candidatos serán llamados en función de los currícula que por sus características más se adapten a la posición en cuestión. Lo peor de todo es que estas listas de reserva no son indefinidas, sino que se mantienen durante un plazo determinado que no suele superar los dos años. Una vez vencido ese periodo, será necesario volver a pasar por todas las pruebas para entrar en otra lista de reserva. Si finalmente se logra ocupar una plaza, existen todavía unos periodos de prueba, consistentes en nueve meses para los funcionarios del tipo A,B y LA (Servicio Lingüístico) y de seis para las categorías C y D. Condiciones draconianas, sin duda, que sólo será posible soportar si se tiene una clara vocación.
En España existen varios centros que preparan este tipo de oposiciones. Lo mejor es escoger uno con experiencia demostrada en este ámbito. La parte más difícil de preparar es el comentario de texto y por supuesto, la entrevista oral. Es muy importante prestarle atención a estos dos aspectos, ya que existe cierta tendencia a concentrarse en el temario de los test y olvidar otras partes mucho más complicadas del examen.
En la página de EPSO están disponibles, a modo de ejemplo, varios test correspondientes a oposiciones de distintas modalidades. Asimismo, conviene tener presente que algunos países organizan cursos preparatorios a través de sus oficinas de representación permanente u otros organismos oficiales. En el caso de España, no hay que olvidar que existen también oportunidades de empleo en la Unión Europea a través de la Administración española.
Y es que además de este duro acceso vía oposición para obtener un puesto vitalicio, hay otras posibilidades de acceder a un puesto de carácter temporal en alguna de las instituciones de la Unión Europea. Las vacantes de este tipo no aparecen en la prensa, sino en las páginas web de la institución que tenga la necesidad de cubrir una plaza. Los candidatos se seleccionan en función de su experiencia y valía. Los contratos así realizados tienen una duración de tres años y únicamente pueden prorrogarse una vez por un periodo no superior a doce meses. Las instituciones, además, pueden tener una necesidad puntual de personal auxiliar, puestos que se cubren a través de contratos de un año renovables tan sólo dos veces por iguales periodos. Por último, la tercera alternativa sería optar por un puesto en alguna de las agencias europeas, organismos distintos de las instituciones y que se rigen por su propia normativa. En la actualidad, son quince las agencias europeas en funcionamiento.
Fuente: Esther Riobó de aprendemas.com
Han dejado 3 comentarios...
Lucas López
9 de diciembre de 2012 at 16:22
Alguien me recomienda alguna academia en la que preparar?
En facebook se habla de http://www.opue.es
Alguien la conoce?
Qué me aconsejáis?
Muchas gracias
Opositora UE
16 de febrero de 2013 at 12:00
Hola, tengo el temario y un montón de ejercicios de la primera fase para oposiciones a la UE para licenciados AD 5 y AD 7. Si estás interesado escribe
otra opositora
10 de julio de 2013 at 10:15
Opositora: Hola yo estoy interesada en los ejercicios para la primera fase.
Lucas: No conozco la preparación de opue.es, yo me estoy preparando con los de oposicionesue.com. No están mal… pero ya casi he acabado todo los ejercicios.